"Mañana ganaremos, si Dios quiere... Eso sí, todos, todos los espectadores en el campo gritarán Allahu Akbar (Dios es el más grande)". En la televisión egipcia hoy no se hablaba de otra cosa.
En las calles, las banderas tricolores roja, negra y blanca ondeaban en coches, taxis o balcones. Los críos corren de un lado a otro portando sombreros vistosos del color de los Faraones, de la selección egipcia. Si El Cairo normalmente es un caos, hoy lo es más.
Todavía se oyen los claxon de los coches que entonan la canción de los hinchas, un PON-PON-PONPON MASR!! Masr es Egipto en árabe. Muchos tienen miedo de perder, pero más miedo deben tener los argelinos que ya han recibido una bienvenida poco deportiva cuando, en su camino del aeropuerto al hotel, unos cuantos egipcios les han atacado tirando piedras con un tamaño considerable.
Lo gracioso de la historia es que la policía, y muchos egipcios, niegan esto. Mañana, tristemente, veremos más violencia todavía.
1 comentario:
Llevan semanas con la historia del parido de marras.. Son rivales históricos más allá de lo deportivo..
A ver si acaba el partido ya de una vez
Publicar un comentario