18 de marzo de 2010

Stop Rassismus

Desde el brote de partidos xenófobos que está sufriendo Europa a la famosa ley contra la construcción de minaretes en Suiza existen una cadena de acontecimientos y reacciones que ojalá pudieran ser publicados en los periódicos de todo el mundo. Yo solo tengo dos de estos acontecimientos. Una historia sobre una suiza en Egipto y otra sobre un egipcio en Suiza.

Dos caras de la misma moneda.

Veamos pues…


Nicole subió un día a mi casa en Egipto, sonriente se presentó muy cortésmente como la otra ‘khawaaga’ (extranjera) del edificio. Me hizo gracia su insistencia en conocer a otras personas que no fueran árabes. Es una reacción típica de europeos recién llegados a un país de Oriente Medio. Claro que a mi también me hizo ilusión, aunque lo que realmente necesitara es alguien que le apañara Internet y que pudiera hablar inglés y árabe. Como siempre la conversación se enfocó en qué le había traído a esta joven de 23 años a este ciudad caótica.

-    Soy enfermera en un hospital suizo. Trabajo continuamente con pacientes egipcios y siempre nos encontramos con que existen choques culturales entre los trabajadores del hospital y estos pacientes.

-    ¿Choques? ¿Como qué?

-    Pues se enfadan cuando les servimos la última comida a las 8 de la tarde…


-    Ja, ja, ja, ja… Nicole, ¡¡un español también se enfadaría!! Jajajaja.


-    No entienden tampoco que no se pueda fumar, o hablar en voz alta, o…


Y continuó contándome sus planes. Los dos meses de vacaciones correspondientes a este año, había decidido pasarlos conociendo esta cultura. Con ayuda de contactos de su hospital consiguió un apartamento en Egipto y un hospital que le invitara a pasar cada día “observando” y “estudiando” el estilo egipcio.


Plausible, ¿no es así? Lo es. También lo es que haya decidido finalmente aprender árabe.

A las pocas semanas de conocer a la suiza, andaba yo por las clases de español y se me apareció uno de los estudiantes –y amigo-, Mohamed. Tenía una sonrisa en la boca y me miraba como pidiendo comentarios o algún tipo de opinión…


- ¿Y?
Mohamed.. ¿qué pasa?

En su mano llevaba una revista gratuita, tamaño cartilla. En la portada un cartel bastante bueno que decía en alemán: Stop Rassismus y no sé qué cosas más.


-    Isabel, tengo que contarte algo… Hace unos días llegué de Suiza. Mira este cartel. Es mío, ¡¡lo colgué por Suiza !!

Mohamed había recibido una beca para un seminario sobre diseño. Es un gran artista y, sobre todo, le encanta moverse. Así que se fue para Suiza y justo aterrizó en el momento en el que estaba “recién sacada del horno” la noticia de la prohibición de los minaretes. Señor Mohamed espero que este tema no le llegue a importunar su visita en nuestro país, le dijo uno de los asistentes de vuelo.


¿Importunar? Bueno.

Pasados los días empezó a ver por la ciudad unos carteles que decían algo así como “parad ya los minaretes”, junto a la demanda, una mujer vestida con un niqab negro y, de fondo, unos minaretes en forma de misiles.  Claro, esto le importunó a Mohamed que decidió, junto con un amigo, dar comienzo a una protesta artística que se asemejara a la provocada contra los minaretes.


De hecho, tal fue así, que Mohamed diseñó un cartel utilizando el mismo tipo de letras, los mismos colores, las mismas formas, pero hizo algunos cambios.  Del Stop los minaretes formó un Stop al Racismo, Sí a la libertad de religion, Sí a la Ética… Y la figura de la mujer del niqab la cambió por una joven musulmana con su hijab –velo- sonriendo; de fondo, donde estuvieran los minaretes en forma de misil, incluyó imágenes y formas de representaciones de la Ciencia, el Saber y el Conocimiento… Y colocó varios de estos carteles por toda la ciudad.

Una obra de arte y de diseño, además de una acción por la libertad. Bravo Mohamed.

No hay comentarios: