El pasado 28 de mayo se reunieron salafistas, liberales y seculares de izquierda laica para debatir el futuro democrático de Egipto en un simposio que trajo consigo los siguientes puntos a destacar:
- Los salafistas no quieren democracia, porque significaría el abandono de la sharia y la vida ejemplar del musulmán según los escritos.
- Los salafistas amenazan: no se debe anular la sharia del sistema político.
- Los salafistas, sin estar totalmente en contra, son recelosos a la pluralidad política que solo trae la no religiosidad al estado.
- Los salafistas traen a la esfera pública temas de la vida privada, como las conversiones al Cristianismo o las reconversiones al Islam.
Hay que recordar que los salafistas egipcios ya tienen partido político, el partido
Al Nour (la luz) y que con él tienen la puerta abierta a las próximas elecciones. La creación de este partido
apoyado por los Wahabbis de Arabia Saudita, ha sido posible tras el consentimiento de sus grandes sheijs que tienen su base en Alejandría.
Dejo la traducción del artículo de Salah al-Din Hassan del portal
Islam Online:
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Salafistas protestan en El Cairo |
Bajo el título "la tendencia salafista, y el futuro de la transformación democrática en Egipto" el Centro de Visiones de Estudios y el Seminario de investigación, se reunieron con el movimiento salafista, los liberales y los seculares de izquierda laica en un debate la noche del sábado 28 de mayo de 2011.
El portavoz salafista de Alejandría sacó a relucir en el simposio que los salafistas rechazan la democracia puesto que su filosofía se basa en lo no-religioso y que, en el caso de que el Consejo Legislativo aprobara una decisión contraria a las disposiciones del Islam, los salafistas harían una llamada de atención sin entrar en el juego político. Por otro lado, se han hecho llamamientos para centrarse en el concepto de igualdad de los ciudadanos: no habrá una verdadera democracia sin igualdad de ciudadanía para todos.
¡No creemos en la democracia!
Al inicio del simposio Abdel-Moneim-Shahat, portavoz de la "llamada” salafista en Alejandría, subrayó que "los salafistas se adhieren a la opinión de la mayoría, ya sea en un referéndum o elecciones. ". Shahat afirma inequívocamente que los salafistas no creen en la democracia como concepto occidental que no reconoce el sistema islámico y que los salafistas no practicarán la democracia sin que el Consejo Legislativo garantice que no será contraria a las disposiciones de Dios.
Shahat declaró que los salafistas rechazan la democracia en términos de que esta filosofía se basa en la no-religiosad, señalando que la democracia es un juego sucio porque los individuos que hacen la legislación en lugar de Dios Todopoderoso. Shahat declaró que los salafistas no permitirán que se acerquen al segundo artículo de la Constitución que afirma que el Islam es una fuente básica de legislación, y que se interpondrán ante los que deseen cancelarlo o distorsionarlo, algo que no debería ser aceptado por ningún musulmán.
Los salafistas y la opinión de la mayoría
Por otra parte Wael Lotfi - periodista especializado en asuntos de los movimientos religiosos- citó el argumento del doctor salafista Burhami Yasser que defiende que la sharia no debería ser objeto de dictamen legislativo, siendo la aplicación de la sharia una necesidad. Esto lleva a Lotfi a la conclusión de que los salafistas se enfrentan a varios problemas en su integración en la política.
Añadió Lotfy que entre los problemas se encuentra el problema del pluralismo, que es la piedra angular de cualquier sistema democrático. Los salafistas creen que la presencia de los partidos abraza las doctrinas no musulmanas como el secularismo y el liberalismo en contravención de la ley sharia que es su base doctrinal. Para cometer “el mal con el fin de cambiar el mal mayor“ los salafistas ven las elecciones como un mal al que deben recurrir para suprimir un mal mayor que es el Consejo Legislativo y para suprimir la democracia”.
Intervino el moderador, el Dr. Wahid Abdel-Majid - Presidente del Centro Al-Ahram de Traducción y Edición - diciendo: el Salafismo contiene diversas tendencias y no una sola. El diálogo es la única manera de profundizar el entendimiento mutuo entre todas las corrientes políticas. Los salafistas han vivido fuera del periodo del trabajo político y se han mostrado satisfechos con la acción pública.
Salafistas: vamos a respetar la opinión de la mayoría
Sorprendió Abdel-Moneim El-cuando confirmó que los salafistas se adherirán a la opinión de la mayoría, ya sea en un referéndum o elecciones, dijo: "En el caso de la imposición de la realidad los salafistas se atendrán a la defensa” e hizo hincapié en que los salafistas ejercerán la democracia sólo si se garantiza que el Consejo Legislativo no actúe contrario a las disposiciones de Dios.
Por su parte, Sameh Fawzi - investigador y escritor – declaró que la diferencia entre las religiones y las ideologías en la sociedad moderna no se traduce en daño a la condición jurídica de los diferentes ciudadanos, ya que la garantía básica está escrita en la constitución, que representa el contrato social que reúne a su alrededor a un grupo de ciudadanos, todos en plena igualdad de disfrutar de los derechos, políticos y sociales, y de desarrollo jurídico.
Asimismo, agregó que él no tiene derecho a desvirtuar a un grupo de ciudadanos disminuyendo sus derechos frente a otro grupo de ciudadanos basándose en una lectura personal de los textos religiosos en los que cree o en el ejercicio de la administración del dominio público expresando la singularidad de una sola religión, o sobreponiendo la cuestión de la fe y la no fe, como la relación personal entre el hombre y Dios. Todo esto, teniendo en cuenta las garantías y derechos como pilares de un Estado de derecho al que deja en la sombra y donde los ciudadanos pueden vivir sin discriminación alguna.
Por otra parte, Ali Abdel Aal - periodista e investigador sobre el salafismo – continuó diciendo: Si estamos hablando de la posición de los salafistas hacia las minorías, principalmente los coptos, es importante que reconozcamos la naturaleza de los salafistas y sus características y cómo piensan con el fin de determinar los factores determinantes de su gobierno sobre las diversas cuestiones que les rodean. Todo esto para averiguar el enfoque de los salafistas en sus propios asuntos, en los asuntos públicos, o al amparo de la visión de la comunidad islámica en conjunto.
No hay democracia sin ciudadanía
Fawzi afirmó: "No hay democracia sin igualdad de los ciudadanos. Esto no se logra sólo en una apertura del espacio público, no conoce la administración de los religiosos o la custodia de una facción sobre otra", criticando la percepción negativa de la tendencia salafista hacia los coptos.
Farida Al-Naqqash , escritora de izquierdas, atacó ferozmente al Salafismo diciendo que éste dificultará el desarrollo democrático. "Los grupos preocuparán a las sociedad con temas sobre conversiones al Cristianismo o reconversiones al Islam, convirtiendo temas personales en sociales, desviando a la gente de los temas reales que estén llevándose a cabo, como proteger la revolución y desarrollarla”.
Farida apuntó a que los salafistas estuvieron en contra del movimiento Revolución del 25 de enero, considerándolo como una desobediencia, acusándolo incluso de haber puesto barreras a la revolución.