El presidente sirio Bashar Assad acaba de lanzar un decreto sobre una nueva ley que afectaría al ejercicio del periodismo. El presidente de la Unión de periodistas dice esta ley, que impide la encarcelación de periodistas, que será un paso hacia la libertad de información, ya que los oficiales estarán obligados a proveer información.
Bueno, todo esto significa que los periodistas que solo hagan su trabajo con fuentes oficiales seguirán dándonos información sesgada e unidirecional. Significa también que al Assad se le ve el plumero (igual que al jefe de la asociación de periodistas) y que ya no sabe cómo contestar a las demandas del pueblo árabe que ve cómo se están cargando a balazo limpio a miles de sirios/as. También significa que a los periodistas no se les puede encarcelar pero sí torturar; no serán puestos entre rejas, pero sí se les hace pagar multas por emitir cierta información; se les amenaza... etc etc.
Y ahora voy a seguir con los partidos políticos en Egipto, parte II.
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