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10 de septiembre de 2011

Perder los papeles... la esperanza duerme pero no se agota en Egipto

Y el caos llegó otra vez. ¿Fueron mondasin? Es decir ¿infiltrados? ¿Lo que ayer sucedió en El Cairo en la embajada israelí fue una idea organizada por infiltrados?


Todo son preguntas sin respuestas. Hoy, una avalancha de interrogantes amanecía en el Facebook: muchos egipcios comentaban sobre el último movimiento anti Israel en el que algunos manifestantes asaltaron la embajada de Israel, tiraron papeles por las ventanas y, finalmente, provocaron la huída de las fuerzas diplomáticas fuera de Egipto.




Imágenes extraídas ayer por la noche de la televisión Al Jazeera  Egipto.
Unos egipcios vitorean la jugada, otros hablan de "fawda" de caos, de desliz, otros - los más apocalípticos- de posible guerra... No es de extrañar, con dos muertos y 998 heridos tras los altercados (según Al Jazeera), coches calcinados por la zona de Giza (donde se encuentra la citada embajada) y una reunión de emergencia que se estará ya llevando a cabo en El Cairo (con la preocupación de que Obama ya les ha dado un toque). Pero los egipcios estaban enfadados con Israel tras la muerte de cinco compatriotas suyos el pasado mes en el Sinaí.



En principio, los manifestantes del 9/9 tenían una lista de cosas a exigir. Digo una lista, aunque luego cada grupo tendría en su cabeza dos o una de ellas: 

  • Parar los juicios militares a civiles.
  • Un calendario de transición política y el cese de la SCAF (fuerzas militares en el poder). Las elecciones han sido pospuestas ya dos veces. Ahora se dice que serán a finales de noviembre.
  • La legalidad de las huelgas.
  • No permitir que las nuevas leyes dejen entrar la influencia de magnates, corruptos del anterior régimen y conexiones tribales en el parlamento.
  • Restaurar el orden y la seguridad en las calles egipcias y luchar contra el gamberrismo.
  • Establecer y activar el salario mínimo (y máximo).
  • Establecer leyes suficientes para prohibir participar en política a líderes y magnates del Partido Nacionalista Democrático (de Mubarak).
(Fuente: Egyptian Chronicles)


Quizás tiene razón SandMonkey que, un día antes de la manifestación del 9/9, escribía en su blog sobre el "malestar" y la "melancolía" de los jóvenes de la revolución: "Algunos contestarán que esto es bueno y malo, pero que no hemos logrado nuestros objetivos, a lo cual yo respondo que es normal porque, afrontémoslo, no estábamos preparados.


Esta misma mañana en Mubasher Masr Al Jazeera, la cadena de Al Jazeera dedicada completamente a Egipto, se retransmitía en directo el juicio sobre la exportación de gas a Israel con el ex ministro de petróleo, y otros tantos, imputados por realizar exportaciones que han hecho perder millones de libras al país. Es difícil saber si este juicio estaba programado para hoy es una simple coincidencia de esas que tanto "ocurren" en Egipto, para mantener al pueblo satisfecho.

26 de septiembre de 2010

Mubarak... NO more

La suerte está echada. ¿Qué ocurrirá en septiembre del próximo año en las elecciones presidenciales egipcias? ¿Serán necesarios más fotomontajes para que Gamal Mubarak, hijo de Mubarak actual presidente de Egipto, obtenga mayor simpatía y reconocimiento entre el pueblo?

El pueblo no sabe de fotomontajes. Solo sabe de pobreza y sufrimiento. Algunos también de manifestaciones. Y los que sí se manifiestan son duramente perseguidos en una carrera de acusaciones falsas y desapariciones sin rastro. Esta semana pasada muhos decidieron alzar su voz en varias manifestaciones ocurridas en El Cairo y Alejandría. Si bien las razones para sus insatisfacciones no siempre son por falta de libertad o de democracia; se trata de un descontento básicamente motivado por las dificultades de llevar el día a día: falta de trabajo, malos salarios o condiciones pésimas laborales.
Es curioso que para nosotros resulte más obvio luchar por instaurar la libertad de expresión y de asociación (que tampoco tienen en Egipto), o por la democracia y los derechos humanos. En Egipto, donde la clase media apenas existe dando paso a una desbordante clase baja que sobrevive con, si hay suerte, apenas 68 euros al mes , la lucha lleva años fraguándose. Las elecciones, ellos bien saben, poco van a ayudarles porque saldrá más de lo mismo.

Ni el Baraday, ni Ayman Nour… quizás los que más adeptos han conseguido a lo largo de los más de 29 años de mandato Mubarak son los Hermanos Musulmanes. Ellos reparten créditos a quien lo necesita, ofrecen servicios sanitarios básicos, enseñan a leer en las madrasas. Quizás pidan a cambio que su niña se ponga el velo o que el niño se dedique a su hermética doctrina del Islam, pero ¿qué va a hacer un padre? ¿dejar morir o enfermar a sus hijos? Los Hermanos Musulmanes no son salafistas, incluso han llevado a cabo algún que otro acuerdo de colaboración que deje pasar aire fresco y moderno entre sus filas. 

Y, si estos parecían una opción a Mubarak, deberíamos olvidarlo: fue a partir de la elección de su nuevo líder cuando nos dimos cuenta de que un gobierno todo lo puede comprar.
¿Mejor así?.... Ahora las miradas (y los temores) están puestos sobre el ejército. Gamal Mubarak no es hombre militar. Es más bien una figura débil para los generales acostumbrados a vivir del pasado dorado de un Egipto militarizado. ¿Dejarán que un hombre de maletín y estudios americanos les gobierne?

24 de septiembre de 2010

"Medinatiin"


Ya siento el prurito invadiéndome la piel. Siento la molestia, el picor y los estornudos. Estuve en Madrid y vi que allí se puede uno anticipar a la campana de gases de efecto invernadero naranjas que asciende hasta el cielo y se divisa a la entrada de la ciudad.

Pero no divisé nada cuando llegué a la ciudad victoriosa.

El Cairo, Al Qahira... Mis pulmones y mis ojos lloran por tu nociva sensibilidad hacia la humanidad que acoges. Ruido, polvo, calor eterno. Una urbe infinita se levanta sobre cimientos de piedra histórica; religión y contaminación. Solo dos semanas después de pisar tu suelo siento ya ese dolor en la sien: los cabellos crecen y pesan, pero no puedo faltar a su católica recogida en un moño maltratado por una goma negra.

Y ahora... Casi duele no sentir ahora la brisa de Alejandría. Hoy parece que ha decidido descansar, sentarse y mirar el crepúsculo y la luna llena. Una luna que se quiere colar por mi ventana, pero corro la cortina traslúcida. Hay que tener decencia e intimidad.

Aunque justo sea esa intimidad la que a menudo observo por las noches desde mi balcón. La ciudad egipcia vive hasta bien entrada la madrugada y muchas señoras se atreven a salir al balcón sin su modesto pañuelo cubriendo sus cabezas.

Que altivos son los cairotas y que tozudos los alejandrinos. Maldita sea que no existe una ciudad como ambas.

E insisto... Insisto en tenerlo todo, hasta un trastorno bipolar que me hace verme seducida por la inmundicia y el caos, por la falta de libertad, por el olor a dolor de estómago y por el indigenismo religioso.

No valgo para despedidas.