26 de octubre de 2008

La cadena Cairo News Company tendrá que pagar una multa de 27 mil dólares

Veintisiete mil dólares (150.000 libras egipcias) es lo que tendrá que pagar al gobierno egipcio la compañía televisiva Cairo News Company (CNC) por "poseer y operar con equipamiento de retransmisión sin licencia", tal y como informa el servicio de noticias Al Jazeera. Esta cadena también recoge las palabras de Nader Gohar, director de CNC, quien afirma que sí tenía las licencias necesarias otorgadas por la Unión de Radio y Televisión -única dueña del espectro radiotelevisivo-, pero que al igual que les ocurrió a muchos medios de comunicación egipcios, no pudo renovarlas tras el anuncio del gobierno del cambio de política en la concesión de permisos, que tuvo lugar en la reunión de la Liga Árabe que tuvo lugar el pasado febrero en el Cairo. Allí se adoptaron los nuevos Principios para la Organización de Retransmisión y Recepción por Satélite en la Región Árabe.

Esta nueva medida tiene como objetivo evitar efectos negativos en la paz, la unidad nacional, el orden público y las morales públicas; así como evitar difamaciones contra sus líderes o símbolos religiosos o nacionales. A pesar de tener un claro enfoque de recorte de libertades, solamente Qatar y Líbano se opusieron a firmar este acuerdo.

Durante la huelga general del pasado 6 de abril, Nader Gohar fue arrestado por distribuir imágenes de la huelga y de las protestas más violentas que tuvieron lugar en la ciudad del norte del Delta en Mahalla. A pesar de que en la página web de la estatal Unión de Radio y Televisión se afirma que sus objetivos son, entre otros, "Contribuir a la mejora de los programas existentes, y que por otro lado, el espectador tenga la oportunidad de formular sus opiniones y presentar sus propuestas", pocas pueden ser la opiniones que se puedan verter si las imágenes nunca existen o no son difundidas.

Para la Red Árabe para la Información de Derechos Humanos (ANHRI) este caso es un claro ejemplo de "golpe a la libertad de prensa, y un intento por parte de la seguridad del Estado para hacer valer el control sobre todos los aspectos de la vida en Egipto. El futuro parece oscuro para la prensa y la libertad de los medios.”

La Human Rights Watch también ha denunciado este hecho. "El cierre de la CNC en Egipto y el enjuiciamiento de Nader Gohar son solo los últimos episodios en la campaña del gobierno para reprimir la libertad de prensa. El gobierno ya ha atacado a varios canales de noticias por satélite, al parecer porque no le gusta las noticias que transmiten", proclama el subdirector de la División de Human Rights Watch en Oriente Medio y África del Norte, Joe Stork.

Según el último informe 2008 de clasificación mundial de la libertad de prensa emitido por Reporteros sin Fronteras, Egipto se encuentra en el 146º lugar en este ranking, siguiéndole todavía podemos encontrar países como Israel o Siria. Esto no significa que Egipto se encuentre en un proceso de agilización de la libertad a la hora de ejercer la profesión del periodismo, más bien continúa siendo algo arduo y complicado. En Middle East Times leemos que el trabajo en este país es "un proceso problemático", según expresa anónimamente un periodista europeo que también se queja de las largas esperas por obtener un permiso de rodaje aun teniendo asegurado el contrato de retransmisión.

Con todo, tanto las empresas de radiodifusión egipcias como demás ciudadanos y observadores, se encuentran muy pendientes de este caso ya que de ello puede depender el futuro del derecho de ejercer con libertad su profesión, así como del derecho a la información.

Retransmisión en directo del III Congreso Internacional de Feminismo Islámico

>> en la web de la Junta Islámica Española podréis leer todo sobre este congreso y seguirlo a través de la retransmisión en directo: http://www.webislam.com/congresofeminismo2008/

"Elegí abrazarme al Islam de una manera radical por cuestión de identidad"

Cómo el 11-S y la segregación pueden cambiar a los jóvenes musulmanes

Muchas veces, millones de veces, hemos visto en la televisión aquellas escalofriantes escenas del Trade Center convirtiéndose en escombros. Tras este hecho vinieron varios sucesos que han cambiado el rumbo de la historia, no solo de Occidente, sino también de Oriente. Los que antes no comprendían a la comunidad musulmana ahora no los pueden ni ver. Otros piensan que si vas a un país árabe te apedrean si no vas con velo puesto, otros tantos se niegan a llevar a sus hijos a la escuela para que no esté sentado al lado de un “moro”. Por parte de algunos musulmanes también se aprecia cierto desprecio hacia otras religiones o a ciertas costumbres occidentales. Lo cierto es que el teatro Entre Moros y Cristianos debería haberse quedado en eso, un teatro. Algunos seguro que están tan hartos como yo de los topicazos sobre el Islam, de ahí que haya decidido poner en marcha este blog (de paso dejo caer alguna noticia que otra) y algunos cursos que terminen de re-formar mi cabecita formada bajo el auspicio de monjas mercedarias. Así, conociendo ambas partes me gustaría esta vez darles a conocer una parte, una minúscula parte de millones de partes, de musulmanes que están en todo el mundo y que han sufrido también las consecuencias de ese desastroso y triste 11 de Septiembre. Se llama Ahmed o mejor dicho, Sheij Ahmed que es como le llamamos sus amigos. A pesar de que no es más que un joven adulto de unos 28 años, sus amigos ya nos hemos acostumbrado a relatarle nuestros problemas de todo tipo: amorosos, familiares, espirituales, profesionales, educacionales… Él escucha y asiente, te deja terminar y determinar tu postura, te termina de dejar que pienses en voz alta y, después de una inmensurable paciencia, te contesta y el punto final lo marca su: Everything will be ok, we shall see (Todo irá bien, ya veremos…).

Ahmed era un chaval cualquiera, rebeldillo a su estilo, escuchaba algo de música rock, llevaba pelos más largos de lo normal y cada viernes acudía a rezar con su padre y hermano pequeño. Al tener hermanos él debía cumplir con un servicio militar estrictamente impuesto en Oriente Medio que puede llegar a durar los 3 años. Pero él quería salir y ver mundo, algo que si deseaba hacer antes de servir a la patria debería ser en el periodo universitario. Su tío vivía por entonces en Nueva York y hablando con sus padres lograron convencerles para su traslado temporal a los Estados Unidos de América, algo que a Ahmed le sonaba a libertad, a oportunidades y madurez personal. Y se marchó. Y fueron dos veces. La segunda vez tuvo la mala suerte de sufrir indirectamente el atentado contra las Torres Gemelas en NY, con miradas de odio andaba cabeza agachada por el aeropuerto de vuelta a casa. En el punto de registro de maletas él fue dirigido a una habitación a parte. Llegado, por fin, al hogar y a su país, donde pudo respirar tranquilo, tomó aliento, cogió el Corán… y no lo soltó. Pasaba tanto tiempo leyéndolo que su barba creció. Pero esta actitud tan devota no era algo nuevo, estando en los Estados Unidos él se sentía parte de esa minoría musulmana como nunca lo había sentido antes en los países árabes, identidad, me repite, lo hice por seguir mi identidad. Y, de este modo, se dejó llevar por un grupo de personas que se hacen llamar salafistas. Esta rama del islam se diferencia de los conocidos Hermanos Musulmanes porque aquí no tienen una agenda política muy definida, digamos que en algunos países es más un movimiento espiritual -lo que no quita que sea radical-. Según Ahmed, conocedor de los dos movimientos, si los HHMM quieren el cambio desde arriba (para lo que necesitan llegar al poder), los salafiyin o salafistas lo quieren desde abajo, con un pueblo convencido en que es necesario seguir el Corán al pie de la letra. Además, estos salafistas a veces protagonizan escenas de repudio o intolerancia hacia aquellas personas no musulmanas. Y ésta fue la creencia de Ahmed durante un tiempo. Quiero dejar claro que el tema salafista es muy amplio y controvertido, sí. Sé que algunos ya estaréis pensando en algo más grave. La barba larga desembocó en otra actitud en su vida “social”: consideraba a sus amigos un poco más infieles por tener pensamientos impuros, no daba la mano a mujeres ni chicas, de la universidad iba directamente a casa: nunca iba a conciertos, ni quedaba tanto como antes con sus amistades (por si acudía alguna chica que le mirara con otras intenciones o, lo que es peor, hubiera alguna chica no musulmana). Pidió la mano de su novia, pero ésta estaba tan asustada del brusco cambio que se negó rotundamente. Entonces, el sheij Ahmed lo era para cualquier taxista o viandante quienes le paraban y preguntaban por consejos u opiniones sobre suras del Corán. Tenía 23 años, aunque aparentaba unos 35. Y, más de una vez, la policía le tomó por simpatizante extremista, sin embargo, en el fondo él nunca lo fue. Quizás fue gracias a esto que, poco a poco, fue perdiendo esa tensa actitud hacia Occidente. Se dejaba criticar por los amigos que le repetían una y otra vez que se afeitara. Hace dos años su barba desapareció y mucho más tarde fue cuando yo le conocí: rebosante de alegría y optimismo. Y es él quien ahora me ayuda a comprender e interpretar alguna sura que otra que despierta mi interés y ciertas manifestaciones de la cultura árabe actuales.

Foto: ITXA. Mujeres con el típico burqa Siwi en el Oasis de Siwa (lugar sobre el que también me gustaría escribir otro día)
¿Fue por el 11-S? ¿Por la falta de valores en Occidente? ¿El ateísmo?, le pregunto. Tras los momentos de meditación y fruncir el ceño dice que fue por sentirse extraño en un país que no era el suyo, porque el profeta se le presentaba como un ejemplo a seguir y, después del 11-S estaba más interesado en el tema social y algunos de estos movimientos le ofrecían llenar este hueco que también llenaba con la religión. No sé si habrán podido comprender la historia aquí intrínseca. Cuando hablamos de extremismo o fundamentalismo en el Islam nunca pensamos que nosotros, los occidentales, seamos parte culpables de provocar esto. No entono nuestro Mea Culpa, pero sí quisiera poner de manifiesto que la segregación de minorías provoca una actitud de defensa (y a veces ataque). Es lo mismo que ocurre con la España nacionalista o con la Europa de una Unión que generaliza y que pretende borrar unas diferencias que a veces se les llama diversidad cultural y otras ghettos, como les venga en gana. Pero no entiendo ese odio y discrepancias entre unos y otros si, al fin y al cabo, creemos en el mismo Dios, evocan muchos. Qué pena que esto no sea suficiente.

22 de octubre de 2008

No es la prosperidad económica, sino la paz, que garantiza la libertad de prensa

Mapa del último estudio de Reporteros Sin Fronteras hecho público ayer, que nos ofrece un vistazo sobre los escaños mundiales en el ranking de la libertad de prensa. Islandia es el país con mayor libertad. Fuente: RSF
"No es la prosperidad económica, sino la paz, que garantiza la libertad de prensa", afirman RSF y añaden que “el mundo después del 11 de septiembre ahora ya ha quedado claramente definido. Las grandes democracias están desestabilizadas y a la defensiva, royendo poco a poco el espacio de las libertades. Las dictaduras más poderosas económicamente reivindican su autoritarismo con arrogancia, aprovechando las divisiones en la comunidad internacional y los estragos de las guerras que se hacen en nombre de la lucha contra el terrorismo. Los tabúes religiosos y políticos cada año se imponen más en países que antes avanzaban por el camino de la libertad”.
España (junto con Italia) son todavía países cuya actividad "mafiosa o política" les coloca en puestos como el 36º (y el 44º) frente a una Hungría que escala hasta el 23º lugar, por delante incluso que Francia (35º). Mientras EEUU se queda el 119º, Israel se queda en un 149º, Egipto en un 146º, Siria en un 159º, Arabia Saudita en el 161º puesto; existiendo todavía en el mundo países que están entre "la represión y la liberalización", como es el caso de Jordania, y en los que permanece viva la prohibición de hablar sobre el presidente o el rey.
Otro tipo de represiones son las que ahora atacan a Internet. Egipto, por ejemplo, ha sido protagonista de varias trifulcas entre manifestantes y el poder. Si bien, dejaron libre finalmente al director del periódico que iba a ser encarcelado con 2 meses de prisión, Ibrahim Issa, la vigilancia en la red aumenta.
"Tan solo unos pocos países han hecho progresos. Así, Líbano (66) se ha hecho con un puesto lógico tras el fin de los atentados de los últimos años, dirigidos a periodistas influyentes ; mientras que Haití (73) continúa su lenta remontada, lo mismo que Argentina (68) y las Maldivas (104). En cambio, se ha atascado la transición democrática en Mauritania (105), impidiendo que el país continúe su progreso. Mientras que en Tchad (133) y Sudán (135), los escasos logros de los últimos años se han visto barridos por la instauración, de un día para otro, de la censura".

20 de octubre de 2008

Alejandría, capital de la cultura islámica 2008

Alejandría celebra este año el título de ‘capital de la cultura islámica’ otorgado por la ISESCO, la Organización de Educación, Ciencia y Cultura Islámica. Como parte de esta celebración muchas son las actividades que se han organizado en esta ciudad que llegó a ser la capital de Egipto durante más de 1000 años. Una capital donde podían oírse hasta cinco idiomas: el árabe, el francés, el inglés, el griego y el armenio (o el italiano, etc). Alejandría era una rica combinación donde el Oriente y el Occidente permanecían en armonía.

La conferencia “Alejandría y la Cultura Islámica” quizás sea la actividad más destacada, por el momento. En ella participaron miembros de la mencionada ISESCO, así como la Comisión Nacional de Educación, Ciencia y Cultura de Egipto, y otros académicos venidos de fuera del país. Esta conferencia estuvo dirigida a los medios de comunicación y a las asociaciones y tuvo como principal objetivo educar y formar en la importancia de continuar con el diálogo –entre civilizaciones y culturas- como componente central en los contenidos comunicacionales. Entre los temas a tratar estuvieron el histórico carácter cosmopolita de la comunidad alejandrina antes de la llegada del periodo islámico, la coexistencia entre diferentes religiones, los intelectuales alejandrinos en la edad islámica –arquitectura y arte en general-, así como un interesante punto sobre las aportaciones de esta ciudad en el Islam. Aquí es donde convergen dos ideas: la Alejandría europea y la Alejandría árabe. Sobre este dilema habló el renombrado Profesor Dr. Mohamed Rafeek Khalil. En la presentación de su proyecto sobre “El aspecto islámico árabe VS el aspecto europeo en la cultura alejandrina”, concluyó diciendo que, a pesar de que Alejandría siempre ha sido una ciudad cosmopolita con una identidad mediterránea, nadie puede negar el papel crucial de sus raíces históricas que se hacen más y más profundas a lo largo de los siglos. Los cimientos de la Alejandría cosmopolita Hoy en día Alejandría todavía conserva el espíritu de las civilizaciones que encontraron en esta ciudad un lugar idílico para su desarrollo y pujanza. La puerta del Mediterráneo. Con un puerto marítimo de gran importancia estratégica que unía las ricas civilizaciones griegas y romanas con África, fue desembarco de riquezas provenientes de Occidente y también, de piratas. Alejandría es la segunda ciudad más grande de Egipto y cuenta con una envidiable costa que muchos en el país quisieran tener. La brisa del Mar Mediterráneo penetra por sus calles, envejeciendo fachadas, barriendo las polvorientas calles y dulcificando los terribles atascos de una ciudad ocupada y bulliciosa. La verdadera Alejandría no es la que todos vemos. Para poder visitar la antigua ciudad histórica, aquélla que fundara Alejandro el Grande, tendríamos que sumergirnos en el mar. Ya no hay faro, pero todavía podemos ver miles de ruinas: ptolomeicas, romanas, bizantinas y de la era islámica. La multiculturalidad se mezcla con la multitud de religiones que aquí conviven, pudiéndose encontrar desde iglesias católicas, a iglesias anglicanas o protestantes, así como ortodoxas – las más-. Encontramos también mezquitas tan conocidas como la de Abou El Abbas El Morsy (Abou Abbas El Murciano) un sheij que llegado de Murcia permaneció más de 30 años en Alejandría y construyó esta mezquita. Además de las catatumbas greco-romanas, el anfiteatro romano o el Pilar de Pompeya, cuenta con numerosos museos y con una de las sinagogas más grandes del mundo. Los parques y las playas ponen el punto que quizás más motive a los visitantes cairotas a venir. Para los turistas, claro está, lo que no puede dejar de visitarse es la mítica Biblioteca de Alejandría.

17 de octubre de 2008

La virginidad y el honor. Del teatro a la realidad

Puede resultar difícil hablar sobre virginidad y honor en un teatro egipcio, más todavía si esto se cuenta a través de la novela “Crónica de una muerte anunciada”, adaptada al árabe egipcio. A pesar de las constricciones sociales no fue tan complicado. Lo importante era provocar y poner en común sociedades que todavía se rigen por la tradición y la religión como es el caso de la sociedad egipcia y la sociedad sudamericana. Crónica de una muerte anunciada es, quizás, la obra más famosa del Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez que ha sido traducida a varios idiomas, entre ellos, el árabe. Sin embargo el joven director, Ahmed Saleh, ha decidido ir más allá y hacer accesible esta obra adaptándola al árabe egipcio, una variante coloquial que verdaderamente se utiliza, no como el caso del árabe clásico al que muy pocos árabes pueden acceder. La pasada semana, el Centro Cultural Francés de la ciudad egipcia de Alejandría albergó el debut de esta obra. Muchas fueron las caras de asombro que finalmente se dejaron llevar por la oscura atmósfera que embriagaba el escenario, un escenario preparado al detalle, al más claro estilo vanguardista. Objetivo Oriente Medio estuvo charlando después con ellos...
Cuatro mujeres ante el honor y la castidad
En la novela de García Márquez, una familia entera conspira para asesinar al hombre (de nombre Santiago) que desfloró a su joven hija cuyo marido decide devolverla a sus padres tras descubrir que no era virgen. La obra de Ahmed se centra principalmente en el ámbito femenino, siendo cuatro las únicas actrices de esta representación: cuatro mujeres, tres de ellas egipcias, y una española.
Santiago, también está presente, puesto que en el fondo del escenario se proyecta de forma ininterrumpida un video con el actor Khaled Raouf, que también se ocupa del entrenamiento y adiestramiento de las actrices, además de la puesta en escena.
“En el mundo de las mujeres, los hombres son como fotografías. Como esas fotografías de hijos, padres y abuelos que se cuelgan en las paredes de las casas”, explica el director. Todo esto ocurre rodeado de una sociedad, la sudamericana, en la que todavía permanecen viejos hábitos, tradiciones y una ardua responsabilidad para con la religión. "Lo que hacemos en esta obra está un poco oculto, como se diría en inglés walking on the cover”, afirma Khaled, el devoto Santiago que finalmente es asesinado. Khaled nos aclara un poco más la idea de tener una atmósfera completamente femenina en el escenario: “No podemos hablar de honor si no hablamos de mujeres, incluso si estamos en un mundo de hombres”. Como ustedes ya sabrán ésta es una novela basada en hechos reales, lo cual nos induce a pensar si es posible que esto ocurra en otras sociedades, como la española o la egipcia.
Hablando en plata sobre un tabú social
Para que la audiencia pudiera entender los diálogos, el director decidió utilizar el árabe egipcio y no el árabe clásico que es el que siempre se usa en los libros. Estaba convencido de que “semejante tema estaría mucho más cercano al público si éste era discutido en Ameya (árabe egipcio)”. Por supuesto, en Egipto, este tema se considera tabú aunque de todos es bien sabido que se habla y se discute en muchas ocasiones. “Nosotros hablamos sobre este tema en concreto, sí, pero nunca en público. Muchos lo criticamos, incluso lo despreciamos, pero nunca lo hacemos en público”.
Las costumbres egipcias sobre el sexo nada tienen que ver con Europa o Estados Unidos. A penas existen las prácticas sexuales antes del matrimonio y, en los casos que sí las hay son casos de mezclas de nacionalidades porque una egipcia –sea cristiana o musulmana- solo debe perder su virginidad con su marido. Tal y como ocurre en la novela de García Márquez. Además, hay que recordar que Egipto es uno de los países donde más se practicaba la ablación –la amputación del clítoris- a pesar de los esfuerzos que el gobierno hace para poner fin a esta práctica a través de prohibiciones y educación sexual.
Ahmed no quería que el público se personificara con la obra. “Si tú ves un problema desde lejos, te sientas y lo contemplas. Pero, si lo ves desde cerca, te echas para atrás”. Los dos principales organizadores de la obra, Ahmed y Khaled, tienen muy clara la idea que gira en torno a la mujer en Oriente Medio: “Debido a la religión, las mujeres se resumen en… algo sexual”. Esta es otra de sus provocaciones, provocaciones que se pueden percibir a lo largo de toda la representación hasta llegar al punto culminante.
Durante el final de la obra tres de las actrices cogen sendos cuchillos y comienzan a bailar como si estuvieran en un éxtasis, mientras Yolanda –la actriz española de esta obra- canta ‘La Llorona’. Representan nada más y nada menos que el momento del asesinato de Santiago, y aunque esto parezca una instigación, las mujeres terminan en la cocina cortando pescado. “Si representáramos esta escena como en la novela, hombres matan a hombre por el honor de una mujer, entonces esto no provocaría a la audiencia sino que llegarían a sentir indiferencia. Indiferencia ante algo que para ellos es normal”.
Otro punto de vista
Para Yolanda, una de las cuatro protagonistas de esta obra, esta aptitud y manera de pensar no resulta tan llamativa, no porque esté de acuerdo sino porque ha estado viajando y viviendo en otros países desde hace muchos años.
A pesar de que Ahmed y Khaled llegan a la conclusión de que “la naturaleza del ser humano no acepta culturas, ni religiones, diferentes”, tenían muy claro que perseguir y convencer a Yolanda para que participara era algo vital. “Ella es la otra cultura. No es árabe. Puede realmente hablar sobre este tema ya que no le concierne tanto como a las otras actrices”. Se puede llegar a pensar que es fácil hacer una obra de teatro en cualquier parte del mundo, pero en algunas sociedades la sola idea de vestir de blanco –incluso en el teatro- si no se es virgen es una complicación más para el director.
En Suramérica la gente todavía es muy conservadora y la religión tiene un papel muy importante, como aquí en Egipto, es una mezcla inseparable entre tradición, cultura y religión, lo que crea una sociedad patriarcal y machista”. Y todo esto es lo que ellos han querido reflejar en la obra, la verdadera atmósfera femenina cargada de partículas de machismo y conservadurismo donde el honor es lo principal.
Cuando, durante la representación, una de las chicas me dice que el amor puede ser aprendido, yo me río y repito su frase con un tono burlón. Esta es exactamente la manera de pensar que había antes en España. La familia era la que elegía por ti, la familia decidía lo que ibas a hacer con tu vida”. Yolanda cuenta esto no sin dejar de añadir que esto mismo ocurre hoy en día en la sociedad egipcia, una sociedad a la que ya está más que acostumbrada después de seis años.
Es otro punto de vista, aunque es algo que no se puede cambiar de la noche a la mañana, por muy occidentalizado que pueda llegar a ser un país árabe. Como dicen Ahmed, Khaled y Yolanda, es algo más que religión, es tradición. ¿Dejaríamos los españoles de comer las uvas en Noche Vieja si nos dijeran que es malo, que las prácticas del resto del mundo son diferentes?

13 de octubre de 2008

Un 12 de octubre en la embajada del Cairo

Hace una semana la Embajada Española convocó a todos los españoles expatriados (entre otras personalidades) al cócktail que se celebraría como celebración del 12 de octubre, Día de la Hispanidad.
Fui porque no tenía mucho que hacer y me apetecía ver caras españolas y conocer a los colegas periodistas que están trabajando en el Cairo. Hubo muchas sorpresas...
No hubieron nada de discursitos de orgullo de nación, lo cual se lo agradecemos al Embajador -persona agradable donde las haya-, tampoco suficiente tortilla de patata, ni música para bailotear al estilo español, aunque de repente me sorprendiera escuchar Fito y Fitipaldis. Hubo, eso sí, muchísima gente que no tuvo compasión por dejarnos a los que llegábamos de la ciudad alejandrina un poco de esa maravillosa paella que habían preparado en (las tan añoradas) paelleras.
De repente, vi una cara conocida, era el cura de Huesca que había visto en un programa de televisión, que también pasó a visitarme, sobre expatriados en el mundo. ¿Usted es de Huesca, verdad?, le pregunté. "No, yo soy de tu casa". No sabía si se trataba de una parábola o de algo más concreto. "Soy de Daroca. Cuando aprendas bien el árabe verás que Daroca significa Tu Casa".
Interesante...
Seguía dando vueltas intentando reconocer caras... Las del Instituto Cervantes fueron fáciles de hacerse. Y, entonces, alguien me coge del brazo y me dice "ven, te voy a presentar a tus colegas periodistas". Allí estaban, todos juntitos, riendo y hablando mientras tomaban su copita de vino. "Somos de EFE, pero yo ya me voy. Me marcho a Rafat". "Yo soy S. y te conozco". ¡Es cierto!, me dije... Es la periodista de EFE con la que coincidí cubriendo una rueda de prensa en la Biblioteca de Alejandría. Hubo conversaciones interesantes. Desde que este verano estuve charlando con Meneses mientras comíamos en Madrid no había estado con ningún periodista... eso se echa de menos.
Entre los periodistas (a los que les eché como cinco años menos de edad, hay que ver qué bien nos conservamos en esta profesión), estaba un grupo de chavales bien fornidos. "Somos entrenadores de la Escuela de Fútbol del Barcelona en el Cairo". ¡Ya Salam!, es la primera vez que oigo que hay una escuela de fútbol española aquí!. Entonces hablamos de fútbol y de la pasión futbolera que levanta a este país del asiento. Y no solamente a los hombres.
A parte de éstos, entre la multitud las caras eran más bien de alto estatus. Muchas sonrisas forzadas, hijas de embajadores y militares muy monas y bien vestiditas hablando delante de las cámaras de televisión egipcias... En fin, los que no enamoramos a la cámara mejor nos mantenemos a un lado.
Hoy 13 todo vuelve a la normalidad, si es que se puede llamar normalidad a vivir en un país donde cada día puede ocurrir algo nuevo. Un país donde, creezme, para el expatriado todo es posible.

6 de octubre de 2008

El 6 de octubre

Hoy 6 de octubre es fiesta nacional en Egipto, el día de las fuerzas armadas. Los egipcios conmemoran la victoria de la guerra del Yom Kippur (o guerra del 6 de Octubre) que este año cumple ya los treinta y cinco años. En ese año, 1973, las tropas egipcias apoyadas por Siria cruzaron la barrera del Bar Lev Line que habían levantado los israelíes alrededor del Canal de Suez para proteger el ocupado Sinaí. El conflicto perduró durante veinte días, hasta que Estados Unidos y la URSS intervinieron para lograr el cese del fuego.
Para aquellos que piensen que es antagónico continuar con este tipo de festividades de reminiscencia de triunfos bélicos, léase las palabras que el actual presidente egipcio Mubarak lanzó ayer mismo a la nación: " It is a glorious day that will remain alive in the nation's memory to be celebrated generation after another" (Trad.: Este es un glorioso día que se mantendrá vivo en la memoria de la nación que se celebrará generación tras generación). Fue, pues, un triunfo que todavía permanece en la memoria de la gente ciertamente. Y que, por supuesto, para Egipto es menester seguir celebrándose, quedando atrás otros momentos históricos que no fueron tan felices para este país.
El entonces presidente egipcio, Anwar Sadat, trajo consigo una serie de reformas justo acabada la guerra. Fue la llamada Infitah, las puertas abiertas a la inversión extranjera en Egipto que trajo también diferentes puntos de vista sobre qué camino tomar: el socialista -con el apoyo de la URSS-, el más capitalista -con el apoyo de EE.UU.-, o el que finalmente tomó Sadat, una mezcla de los dos (aunque ya vamos a ver cuál fue la tendencia final). Sadat fue también el primer presidente árabe que reconoció la soberanía de Israel, tras firmar el Tratado de Paz con este país a través de los acuerdos del Camp David. Esto provocó el descontento de muchas facciones, como los más islamistas o la propia Liga Árabe que expulsó a Egipto durante unos años de esta coalición panarabista. (Foto: Begin, Carter y Sadat en la firma de los Acuerdos de Camp David).
Los años 80 en adelante fueron momentos de 'tratados de paz' con respecto al mundo árabe. Tenemos, por ejemplo, el Plan de Fez de 1982, la Conferencia de Madrid del 91, el Proceso de Oslo del 93, la Cumbre de Beirut de 2002 o la actual Cumbre de Annapolis de 2007. Y, siempre, siempre, Estados Unidos ha sido una de las figuras más activas para promover estos encuentros.
Sadat, al acercarse a Estados Unidos, provocó un descontento descomunal entre militantes musulmanes integristas. Incluso de aquéllos con los que había compartido ideario en su juventud, los Hermanos Musulmanes. El (también) 6 de octubre de 1981 durante un desfile Sadat fue asesinado. Aunque esta fecha no entra en el calendario de festividades egipcias.
Volvamos a mencionar a E. Said: "Casi un cuarto de siglo después de su asesinato, Anuar el Sadat es, sin exagerar, un hombre olvidado e impopular, porque la mayoría de los egipcios consideran que sirvió sobre todo a Estados Unidos, y no a Egipto". "De Abdel-Nasser a Bachar, de Abdullah a Mubarak, la política árabe ha dado no obstante un giro de 180 grados, para llegar más o menos a los mismos resultados".
Hoy en día al actual presidente también se le considera como una marioneta de Estados Unidos y esto provoca un descontento, de nuevo, generalizado que hace que se acrecienten sentimientos de lucha y resistencia a través de otros movimientos más acordes con el sentimiento egipcio (de somos árabes y musulmanes). De nada ayuda un imperialismo que ataca con formas de inversiones o modernidad tecnológica o de Agenda en los diferentes mecanismos de 'mensaje de masas' (bien sean los medios o las grandes moles). Sin embargo, la idea de que el conocimiento da el poder utilizada a lo largo de los siglos como excusa para invadir con ideas y con armas el Oriente Medio, todavía sirve.
Un famoso escritor -filósofo- que quiso hablar de la historia de la humanidad, E. Quinet, dijo: "L'Asie a les prophètes, l'Europe a les docteurs" (Trad. Asia tiene los profetas, Europa los doctores"). Esta es la idea que Occidente todavía tiene de Oriente. La idea occidentocentrista de que los orientales se sirven de la religión para hacer frente a problemas que se solucionan con la ciencia. Incluso, tengo que admitir, los occidentales que viven en Oriente, viven con cierta actitud colonial.
Ahora bien, ¿no han sido los presidentes egipcios también pujantes de este imperialismo sobre sus propia tierra? ¿Son Easterners westwards (Orientales con tendencias occidentalistas)? Este tipo de celebraciones son un disfraz que esconden el temor a una invasión, aunque puede que ya sea demasiado tarde.