11 de julio de 2008

Un camino, un destino... pero dos religiones diferentes

ITXA. 11 de julio de 2008
Ojalá pudiera quitar el 'pero' del titular


El otro día fui al cine con unos amigos para ver la película egipcia Hassan y Marcos. El actor Omar Sharif (el encantador protagonista de Lawrence de Arabia o de Doctor Zhivago) hace el papel de un sheij, mientras que Adel Imam (famoso en Oriente Medio como comediante) es un cura de la Iglesia Copta. Todo comienza con tranquilidad: Egipto, tierra donde coptos y musulmanes conviven. Hasta el momento en que las cosas parecen desbaratarse, comienzan los ataques y las controversias entre unos y otros y, Hassan por un lado y Marcos por otro, tienen que cambiar su identidad y hacerse pasar por, justo al revés, cura y sheij, para proteger sus vidas de los más radicales.



La película tiene puntos graciosos, imaginaos un cura que no conoce las costumbres musulmanas intentando simular serlo y cubriendo a su –coqueta- mujer con un velo. También el sheij lo pasa mal teniendo que cubrir su casa con crucifijos y biblias. Llegan a conocerse por casualidad y simpatizan porque su sufrimiento es mutuo, y luchan por sus creencias y por la convivencia. Pero el final… el final refleja parte de la realidad. En Egipto existe una crisis entre cristianos y musulmanes que no puede ser escondida por más tiempo.

Cuando llegué a Egipto muchas fueron las ocasiones en las que, al rellenar impresos en el aeropuerto o la universidad, me paré un momento extrañada en la pregunta Religión. Uhm… les miraba y me asentían que debía cumplimentar esa parte. En un país donde el DNI debe incluir la religión, esto no es tan increíble, ¿no?


En Egipto un 90% de la población es musulmana sunita (los chíis son poco menos del 1%) y, el resto son cristianos. La mayoría de éstos (entre 6 y 10 millones) pertenecen a la Iglesia Ortodoxa Copta; los demás son: armenios apostólicos, católicos, maronitas y ortodoxos griegos o sirios… También hay una pequeña porción de judíos, un centenar más o menos, aunque en 1948 alcanzaban la cifra de 75 mil. Los judíos tienen en Alejandría una de las sinagogas más grandes del mundo y, claro, con Nasser muchos tuvieron que emigrar.

Aquí solamente tres son las religiones aceptadas oficialmente: Islam, Cristianismo y Judaísmo. Otras religiones (o el agnosticismo o el ateísmo) son directamente negadas y renegadas. Con casos excepcionales de luchas por ser reconocidos como… los bahais. Ellos han luchado por ser aceptados y por poder poseer el DNI (que todo egipcio/a está obligado a hacer a los 16 años) sin el cual no es posible acceder ni a un certificado de nacimiento, o de muerte, ni a un certificado de matrimonio, ni de divorcio, ni pasaporte, ni carnet de conducir, ni tampoco educación, tratamiento en hospitales o el derecho a voto. (Link con varios testimonios)

Sin embargo, la Constitución recoge en el artículo 46 la libertad de creencias y de prácticas religiosas, eso sí, con la sharia (código religioso del Islam) como primera fuente de legislación puesto que el Islam es la religión del Estado (art. 2).

En 2007, a treinta y dos conversos al Cristianismo no les estuvo permitido cambiar su religión en el DNI, según cita el Informe Internacional de Libertad Religiosa 2007 que realizan desde Estados Unidos. Aquí se denuncia, asimismo, los hechos acontecidos en 2006 (en Alejandría y Awlad Azaz) y en 2007 (en Bamha) sobre los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes que se saldaron varios heridos y destrozos. Además de éstos, otros han sido los momentos de tensión y de indiscriminación e insolidaridad entre ellos. Quizás incomprensión…
(Foto: Tatuaje en la muñeca. Muchos coptos/as se tatúan una cruz en la muñeca o en la mano, a veces como protección, otras como diferenciación)

Tras los incidentes, algunos coptos se aíslan e incluso no se atreven a salir ataviados por la calle y hacen uso continuado del coche que les hace sentirse más protegidos. No siempre es así, por supuesto. Desde varias organizaciones internacionales se trabaja por promover el trato equitativo entre todas las religiones en la administración. Como, por ejemplo, el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Egipto desde donde se aboga continuamente por la igualdad legislativa en lo relacionado a construcción de iglesias.

¿Es la politización de la religión la culpable de esta situación? En ciertos lugares la tensión social no es tal… Las mezquitas y las iglesias se levantan muy cerca unas de otras y, aunque el domingo no es festivo, el presidente egipcio dictó el 7 de enero (fiesta copta) como fiesta nacional. En muchos trabajos te dan a elegir los días festivos, cristianos o musulmanes. Si bien, siempre existen radicalismos en todas las facciones, como aquéllos que sermonean y caminan más por el sendero de la política que del espiritual. Y a muchos –tanto cristianos como musulmanes- no les gusta la idea de tener a los Hermanos Musulmanes como posible partido en el poder lo cual es, como digo, una posibilidad solamente. El slogan El Islam es la solución no convence entre muchos de los musulmanes egipcios.

Kofi Annan afirmó una vez que las raíces del antagonismo que existe entre Oriente y Occidente es una cuestión política, no religiosa. Que la fé no genera odio ni violencia.

Como repiten en varias ocasiones los protagonistas de la película: nuestro camino es uno, nuestro destino es uno. Y es que, al fin y al cabo, ambos son egipcios que deben trabajar por mejorar su país.

En la sala del cine al finalizar la película todo el mundo aplaudía. Y, al ver la cara de mis amigos allí sentados me di cuenta de que este tema les preocupa, no es algo que les quede lejano, no. Ellos, jóvenes musulmanes o cristianos juntos; pero esto no puede durar siempre, puesto que a veces hay momentos dramáticos cuando un cristiano y una musulmana egipcios se enamoran y se convierte en un amor imposible separado por una religión.

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