Aprovecho que es lunes para ir a la Exposición Internacional de Zaragoza. Miro al cielo nublado con una sonrisa en la cara puesto que, a pesar de estar acostumbrada al cegador sol y los tostadores rayos UVA, Zaragoza es una de las ciudades más calurosas de España en verano. Si en Sevilla hay 43 grados Celsius, en Zaragoza capital hay 41. Pero hoy no, son “solamente” unos 35º los que tendré que soportar “gracias” a esas nubes que están haciendo presencia desde la mañana en este cielo maño.
Llego a la estación Intermodal, aquélla que ya recibiera varias críticas por su minimalista arquitectura (arte finlandés que aquí en España todavía no entendemos), por el pésimo estado del que fueron testigos los primeros vistantes de la Expo, pero sobre todo y con solidaridad de proletariado, por las temperaturas bajo cero que tuvieron que soportar los primeros currantes de la estación en pleno invierno allá por 2007.
(Foto itxa)
Todo esto me viene a la cabeza mientras decido cómo llegar hasta el centro de prensa que me otorgará de ese distintivo que penderá de mi cuello durante unas cuantas horas y me permitirá pasar de colas interminables y hacer fotos con el descaro del apártese-por-favor del periodista. Taxi, autobuses urbanos, autobuses Expo, carriles bici, ¿andar? ¡telecabinas! Las telecabinas de Aramon, la firma que gestiona las estaciones de esquí de Aragón, permiten llegar al recinto de una manera diferente, ofreciendo buenas vistas de toda la superficie de la Expo, del río y de buena parte de la Basílica del Pilar que asoma a lo lejos. Me subo, pues, en una de ellas.
Desde arriba diviso con entusiasmo el Pabellón de Iniciativas Ciudadanas, responsable de mis últimos quebraderos de cabeza por llevar a cabo la comunicación y la prosperidad entre más de 200 ONGs participantes. (Foto itxa)
Pero hoy mi cometido es hacer una visita a los pabellones árabes. De ahí que en este post me centre en el pabellón Oasis y Desiertos que es donde se encuentran los países de Arabia Saudita, Egipto, Jordania, Omán y Qatar, aunque también hice presencia en otros como Túnez, Marruecos o Yemen. Les aviso que no he logrado saber cómo centrarme en el tema principal de esta Expo Zaragoza 2008 que debería ser agua y sostenibilidad puesto que pocos países la han tenido en cuenta a la hora de gestionar la temática y el diseño.
Egipto conforma mi primera visita. Este pabellón consiste en un pequeño espacio repleto de antigüedades faraónicas procedentes del Museo Egipcio de El Cairo, una pequeña barra de bar y dos tenderetes con presentes típicos. A pesar de eso, los representantes egipcios cuentan con una media de siete mil visitas diarias, tal y como me comenta el responsable egipcio mientras me enseña los papeles en los que precisa dicha información. El famoso cantante y actor Mohamed Mounir, visitó también la Expo con motivo del día Nacional de Egipto el 23 de julio. Egipto trajo a uno de sus top singers nacionales, así como la música de Ismaeliya, zona del Canal de Suez en la que se concentran los mejores representantes de música folklórica del país. (Foto itxa)
Tras esta visita, entro al Pabellón de Arabia Saudita y, después al de Qatar. Derroche de nuevas tecnologías: pantallas táctiles, holografías de hombres que aparecen en los muros relatando historias sobre gestión del agua. Pero es con Jordania y Omán con los que más se despiertan mis sentidos gracias a sus fragancias de menta y canela, a sus vistosos colores… Aquí ya se puede uno parar a leer y reflexionar con los paneles explicativos sobre la gestión integral del agua, suras del Corán relativas al Medio Ambiente y su necesaria protección. También hay tiempo para hacer unas compras. Jordania dedicó su espacio comercial, sobre todo, a los productos de belleza del Mar Muerto y a las especias. (Foto itxa)
Si bien no formaban parte de este pabellón de Oasis y Desiertos (a pesar de que los tienen), llamaron mucho mi interés los pabellones de Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y la magnífica fachada del Reino de Marruecos. Los Emiratos contaban con un solo salón donde se proyecta el video “Agua ancestral” que cuenta la vida de tres generaciones que han visto como el petróleo les sacaba de la pobreza del árido y sediento desierto. Salí con ganas de visitar este país, por lo que me atrevo a decir que han triunfado con el video promocional. (Foto itxa)
Kuwait contaba con largas colas de espera a sus puertas. Dentro: vídeo en 3D, más holografías, vídeos sobre flora y fauna… etc. (Foto itxa)
Atraída por el olor a cardamomo y canela –yo sigo con mis treces y las narices trabajando-, entré por último al pórtico arabesco de Marruecos. Precioso pabellón aunque tampoco, a mi parecer, cumplía mucho con el tema principal de la Expo: Agua y Desarrollo Sostenible, pero era entretenido ver a los niños jugar con la interactividad y los sensores que caracterizan a las nuevas tecnologías.
Si alguien me pregunta si me gustó… tendría que decir que sí, porque poco es mejor que nada y estos países tienen que continuar luchando contra los prejuicios y prototipos que se han ido levantando contra ellos. Vamos, tienen que seguir atrayendo turismo.
Sin embargo, desde el punto de vista de enriquecerse uno con material sobre un tema tan importante como el agua en países árabes, no, no me gustó para nada. Yemen se convertía en un tenderete a modo de zoco, sin más. Egipto en una muestra de su famoso museo y, el resto de países de la península arábiga, en un video sobre lo que vale el oro negro.
A pesar de esto quiero dar mi apoyo a los colegas de Comunicación de la Expo, Jessica y Juanlu… mi enhorabuena por vuestro curro y solo proponeos hacer un pabellón ‘pies’ porque vi a más gente fuera que dentro de los pabellones rebañándose-los pies- de agua. Pero, bien, oye. Una sonrisa a lo Fluvi y un hasta la próxima.
1 comentario:
ay... qué bien hiciste en huir de aquí a tiempo!! ;)
un abrazo fuerte...
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