20 de junio de 2008

Siria (Cap 5). Hablando de paz en Palmira con el campeon mundial de carreras de camellos

En Palmira voy dando un paseo con el sol ya bajo y con una pequeña tormenta de arena que termina de 'secarme el pelo'. Bueno, con eso de que ya me he acostumbrado en Egipto a no salir con el pelo mojado a la calle por eso de que provoca, siempre intento calcular el tiempo de secado 'a lo natural' estando en casita.
(Foto: ITXA, ruinas de Palmira)

Paseo, pues, por la calle mas turística que hay en el pueblo, en busca de un lugar para echar un te calentito que me ayude a combatir el calor. La fachada de este café-restaurante es bastante desenfadada. Entro y me siento en una mesa. En menos de cinco minutos ya somos unos cuantos turistas y lugareños intercambiando pareceres y experiencias: una pareja de italianos historiadores, ella especializada en el siglo 14 y el en la España de la Inquisición. Una holandesa y... un beduino de Palmira.

El camarero se pone contento y me empieza a hablar en español, ahora bien, a cada palabra que empieza se come el comienzo de la siguiente por lo que tengo que hacer un esfuerzo por comprender que dice exactamente. El tipo habla cinco idiomas, todos aprendidos allí mismo, trabajando y sirviendo.. y hace prueba de ello. Si señor. Me saca dos banderas, la catalana y la vasca, y me dice categóricamente que los mejores españoles son ellos. Yo le digo que soy del norte, vecina, y me regala una sonrisa y el té a cuenta de la casa.

El beduino nos invita a quedarnos la noche en la terraza-tejado del hotel de su primo hasta las 5 de la mañana, hora a la que nos cita para coger sus camellos y visitar con él las ruinas disfrutando del amanecer. Yo vuelvo al hotel. Llevo ya bastantes horas de cansancio acumulado, prefiero dormir cuatro o tres horitas. Intento dormir, pero un dolor de estomago terrible que despierta. Por dios que no sean bichitos!!! Doy mil vueltas pero me paso la noche entre la cama y el cuarto de baño... en fin. Cosas de viaje.
(Foto: ITXA. Hussein y su camello)

A las 5.10 aparezco en el lugar de encuentro. Los italianos ya están allí, y los camelleros... "Perdonadme que llegue un poco tarde". "Ya pensábamos que no venias!", me dice Claudio el profesional de la Inquisición. No. No podía perder la oportunidad de montar junto a las (tres veces) campeón mundial de carreras de camellos, el beduino que al principio mencionaba y visitar las ruinas con dos historiadores. ¡Qué gozada!
Nos repartimos los camellos, nuestro campeón Hussein me dice que monte con él. Por supuesto, el pobre tuvo que responder a cada una de mis preguntas y lo hizo con toda la humildad del mundo, y la parsimonia de un camello al masticar. Pero no creo que sea un hombre muy conformista..."Los precios de los camellos han subido... todo ha subido... antes compraba un camello por 300 euros y ahora están al doble". "Mira, esa camella de allí, es mi campeona. Si a Claudio le da por darle mucho a la vara no podrá pararla".

Y nos reímos... Siempre me he sentido a gusto con los beduinos, en Sinaí o el desierto de Siwa... Ahora en Siria. "Entonces, Hussein, puedes montar cualquier camello independientemente de que sea tuyo o no?" "Si, por supuesto... Pero echo de menos a mi camella favorita, ella está ahora en Damasco rodando una película". Me vuelvo a reír... "Ya sé porque no estás casado ya habibi!", le contesto."Sabias que los camellos pueden vivir hasta los 40 años?". No, no tenía ni idea. "Y sabias que la carrera más importante de camellos se celebra en Berlín?"... Ya no me sorprende nada.

Terminamos la mañana tomando un té. Todos con los ojos rojos de no haber dormido y Hussein anda de aquí para allá. Nos sirve a todos de esta santa bebida que nos da fuerzas para la última conversación."En los últimos años, la mayoría de turistas que vienen a Palmira son de España", nos cuenta Hussein (y yo me pregunto para qué queremos al INEM). Con las noticias de guerra y conflictos, de acuerdos rotos o llenos de agujeros, no todo el mundo se atreve a venir a este precioso rincón del mundo. "Pero los españoles -afirma con total seguridad- no creen en las noticias norteamericanas, por eso vienen y no tienen ningún problema".Y de guerra pasamos a hablar de paz... "creo en nuestro presidente, creo que va a conseguir la paz con Israel, claro que Turquía ha tenido un papel muy importante".
(Foto: ITXA. Ruinas de Palmira al amanecer)
De repente nos sobresalta los pasos de una joven taiwanesa que conocí la noche anterior, y se acerca. Sin más, le pregunta a Hussein "Por que Siria mantiene tan buena relación con Corea del Norte?". Me encanta la respuesta de él que dice tranquilamente "porque es Asia". Y me encanta y me entristece al mismo tiempo que entre las personas que allí estábamos sentados solo los occidentales (y la taiwanesa) nos miráramos con incredulidad entre nosotros al oír las bonitas palabras de paz de un beduino cuya familia vino de Yemen para asentarse en la tierra más bonita que se encontraron, Palmira.

4 comentarios:

Martine dijo...

¡Qué hermoso relato Itxa! Lo he vivido contigo, lo haces tan y tan real todo... Siria es uno de mis destino soñados... tengo una amiga que fue hace dos meses y volvió encantada, y teniendote como guía y asesora qué mejor!

muchos besitos Jamila Itxa!

PD:Estás entre mis Blogs amigos, pero no consigo poner tus Entradas entre las que se actualizan, lo volveré a intentar!

Anónimo dijo...

Sí, es cierto. Lo hace muy real.
me he metido en esta pagina porque te visto en aragones por el mundo, y más tarde a fernando, que habeis salido hoy en el mismo programa.
Y la verdad que es muy interesante lo que cuentas aquí, muy chulo.

Joaquín

Maria Novillo dijo...

Que gracioso enncontrar la foto de Hussein en tu página! he vivido practicamente 45 dias en Syria quedandome con gente local y a él lo conozco bien.

Es cierto que ganó UNA carrera de camellos, pero fue su camello el que ganó, montado por Adel Alali, que seguramente tambien habras conocido en las ruinas de Palmira. Lo gracioso de esto es que a los meses de que ganara el camello se MURIÓ y todo en Palmira creen que fue por ls alardes de gran ganador que se dió en un lugar tan pequeño como ess esa localidad.

A Hussein lo conocen localmente como "Sardini" ya que cuando lleva turistas al desierto por unos dias cocina el plato típico "Mansaf" -que se prepara con pollo o cordero - con latas de sardinas y le dice a los turistas que esa manera de cocción es la original. Es un tio muy gracioso... se jacta de la cantidad de "novias" que sehaace de las turistas que viajan solas... un tío muy pero muy promiscuo. En mi estancia en el lugar le conocí al menos 8 "novias".

El del restaurant al que te refieres, el Sping Restaurant se llama Mohamed y a mi me volvía loca cada vez que me hablaba en español por que no le entendia nada... habla rapidisimo! Asi que un dia, sentados practicando el deporte nacional -beber té- me preguntó "Cómo puedo hacer yo para irme a Tailandia?" (yo he vivido unos años alli) y AUTOMATICAMENTE respondí "Vos? no, vos no podés". La parcimonia y tranquilidad del Thai se veria seriamente afectada por la manera de Mohammed de hablar y seguramente tendrian que terminar deportandolo... jajaja!

Muy bueno tu relato. ES COMO SI HUBIERA ESTADO AHI; YA QUE EN Palmyra pasé casi 3 semanas estudiando distintas partes de la historia.

Un abrazo y buenos viajes!!

itxa dijo...

pues sí ángeles, nada cambia... Hussein tenía por entonces una novia holandesas que le sacaba lo menos 2 cabezas de lo grande que era la mujer! ja ja ja!! Como no como carne no pude probar las esquisiteces de las que me hablas.

Me alegro que te haya gustado mi relato... hasta la próxima entonces!