15 de junio de 2008

Siria (Cap. 2) De religión y pánico periodístico

Los días en Damasco son estupendos y despiertan a cada segundo mis sentidos, sobre todo los que me llevan a contrastar este país con el que ahora resido. La ciudad es limpia, organizada... Ahora en verano tienen cortes de agua desde las 6 de la tarde hasta las 8 de la mañana, más o menos. Esta medida medioambiental me sorprendió muy felizmente, pero al final resulto ser que los susodichos cortes solo son en una zona determinada de Damasco, no en toda la ciudad. Pues vaya...
(Foto: ITXA. Mezquita chií Al- Saida)

Siria tiene un 89% de población musulmana (la mayoría suníes, aunque también hay chiíes, ismaelíes, drusos y alauíes) el resto pertenecen a ramas cristianas, tales como la armenia, la griega, entre otras ortodoxas y católicas. En Damasco estos viven por zonas, no mezclados como ocurre en Egipto (95% musulmanes). De ahí que la zona cristiana se convierta en zona de copas y de chicas vestidas en camisetas de tirantes. El Presidente sirio, Bashar Al-Assad, pertenece a la minoría alaui por lo que esta ha conseguido un gran poder político después de haber sido duramente perseguida.

Por todos es sabido que en Damasco se encuentra la majestuosa mezquita de los Omeyas. Pero pienso en que nunca he estado en una mezquita chií y me acerco en taxi al suroeste de Damasco donde se levanta la mezquita Al-Saida Zainab, que fue mandada construir por el propio presidente iraní. Paso por delante de las banderas de apoyo a Hezbollah, y entro en la zona de mujeres... esta abarrotado, es viernes, el día del sala (rezo). Hay niños jugando por todas las partes. Las mujeres tienen el duro trabajo de cumplir con el día santo cuidando de sus hijos, que seguramente no pueden quedarse en casa solos. Hay un bebe que se acerca a donde estoy sentada, no sé donde puede estar su madre, va solo, pero seguro que no le pasara nada. También veo que hay muchas mujeres pakistanís.
(Foto: cartel con los principales líderes chiís en la Mezquita Al-Saida)

Pasan las horas y sigo deambulando por las históricas calles de esta ciudad y en el barrio cristiano decido tomarme una cerveza. Con algunas caras ya conocidas me siento y charlo un rato sobre lo que están haciendo en esta ciudad: unos estudian árabe, otros trabajan en el consulado... Y termino hablando con una joven noreuropea que según me dicen está estudiando comunicación en los países árabes y, en especial, la cadena Al Jazeera.

'¿Por qué estas tan interesada en este tema?'. Y me contesta que le gustaría estudiar periodismo, que su padre trabaja en un periódico danés. Al preguntarle en cuál de ellos recibo la inesperada respuesta de que es el mismo periódico que publico las caricaturas que hicieron saltar al mundo musulmán (y a muchos otros) del asiento. '¿Por qué las publicaron?'. Tenía que preguntarle... Me mira y me explica que, bueno, en Dinamarca existe una gran tradición de libertad en todos los sentidos. Para ellos no parecía ser tan grave. El hombre (caricaturista) no tenía otro modo de expresar lo que tenía que decir... En fin. La miro y pienso en mis adentros que no sé bien qué es mejor, si demasiada libertad o demasiada coerción.
(Foto: ITXA. Traducción 'Gente de Palestina, tu destino está en tus manos')

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