Aunque Estados Unidos siempre ha visto el futuro democrático egipcio (y del resto de países de Oriente Medio) con mirada escéptica, Obama va a proclamarse puente de paso hacia la democracia, los derechos humanos, la convicción de que el mundo occidental no está reñido con el mundo musulmán, que solamente lo está con la llamada guerra santa de los fundamentalistas violentos.
Anteriormente, en 2003, Bush lanzó al mundo su mensaje de que iba a dar comienzo una estrategia por la libertad y la democracia en Oriente Medio. La invasión de Iraq se hizo con este pretexto: el de la democracia. En 2004 y 2005, Bush se dirigió al gobierno egipcio pidiendo democratización. Tras esto, Egipto permitió a la oposición presentarse a las elecciones, con unas campañas electorales más o menos libres. Sin embargo, estas elecciones - las anteriores elecciones de 2005- escondieron mil y una prácticas que evitaban derrocar al presidente en el poder desde 1981.
Estados Unidos mantiene su apoyo económico con Egipto. Según Bruce K. Rutherford en su libro Egypt after Mubarak (Egipto después de Mubarak) en 2006 envió una cantidad de $62 billones de dólares nominales para asistencia económica y militar.
Si toda esta fanfarria de despliegue de medios es para rescatar los derechos humanos y la democracia en esta parte del mundo, esperemos que así sea, aunque el presidente egipcio haya decidido no estar presente en el discurso de Obama que tendrá lugar en la Universidad de El Cairo. Es interesante ver cómo piensan los propios egipcios sobre los esfuerzos de EE.UU. hacia la democratización de su país, según encuestas realizadas por Gallup. Las esperanzas se volvieron más negativas en 2008 con respecto a la encuesta realizada en 2005. Gallup preguntó si EE.UU. hablaba en serio sobre el establecimiento de un sistema democrático en Egipto, a lo que el 75% dijeron que no (frente al 63% de 2005), solo uno de cada 25 egipcios estaban de acuerdo con que EE.UU. iba en serio.
El mundo árabe tiene un 38% de población joven, esto se traduce en que –sino ahora- dentro de muy pocos años cada país tendrá que ofrecer trabajo a un gran porcentaje de la población. Nosotros, desde los medios de comunicación, podemos ver los problemas globales: falta de democracia, de coerción de intelectuales (que son acusados de apostasía), desigualdad entre hombre y mujer, y falta de libertad en prensa… etc. Obama llega con su voz en alto apuntando a la necesidad de abordar estos puntos. Sin embargo, tendrá que ser muy tenaz con su política y tener en cuenta que los movimientos islamistas (Hermanos Musulmanes o Hamas) han surgido como respuesta a problemas más locales.
Todavía se confunde islamismo violento con el que no lo es, Al Qaeda con movimientos de resistencia. Tras los ataques del 11-S, enseguida casaron la idea de terrorismo islámico con anti-americanismo. Y, poco a poco, se fue reconstruyendo la idea de que no puede existir una democracia con Islam. En el caso egipcio, donde conviven leyes seculares con la sharia o ley islámica el problema no está en la religión, sino en el control del poder. Por esta razón los grupos pro-derechos humanos se le echaron encima a Obama cuando anunció que su discurso iba a ser en Egipto. De todos modos, la mayoría de los países donde está implantada la ley islámica son, en su mayoría, aliados de Estados Unidos.
* haré comentarios por el facebook
1 comentario:
Nunca se va a permitir la democratización de OM, no les interesa... Quizás hagan de vez en cuando el paripé de presionar para que se hagan una elecciones ficticias.. pero la democracia no es sólo una urna, es libertad y derecho, y eso no conviene
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